Los talleres para padres de familia fueron diseñados para padres y tutores de hijos de 0 a 18 años de edad.
Cada taller es para cualquier padre o tutor, sea que considere tener fuertes habilidades en cuanto a la paternidad o que esté luchando al respecto. Asimismo, está dirigido a quienes estén a la espera de su primer hijo, como así también a padres solteros o adoptivos. Los invitados (participantes) pueden realizar el curso solos o en pareja. Las herramientas prácticas del curso son aplicables a cualquier persona que tenga a su cargo la responsabilidad de educar y formar niños y adolescentes.
El curso consiste en cinco sesiones semanales de dos horas de duración cada una, incluyendo el tiempo de la comida. En forma ideal, cada sesión comienza con algo para comer y beber, pues dicho espacio les proporciona a los invitados la posibilidad de relajarse y dialogar con otros padres en un entorno amigable. Crear un ambiente agradable es una parte notable del curso. Igualmente valioso es que los invitados tengan la tranquilidad de que nadie será forzado a compartir información sobre su vida familiar o sobre su rol como padre/madre. Mucha gente, sin embargo, ha descubierto que dialogar en los grupos pequeños con otros padres acerca de sus experiencias es uno de los grandes beneficios del curso.
Después de la comida, los líderes dan la bienvenida a los invitados y realizan anuncios junto a un breve repaso de la o las sesiones anteriores. Entonces, proceden a mostrar los videos correspondientes.
Durante cada sesión, hay pausas en las charlas para dar a los invitados la posibilidad de dialogar acerca de los temas tratados. Los grupos se organizan de acuerdo con la edad que tenga el hijo mayor de cada invitado.
Cada grupo pequeño requiere un anfitrión que actúe como coordinador para facilitar el tiempo de comunicación. El diálogo se realiza por alrededor de veinte minutos en relación con cada tema considerado. Los moderadores emplean las preguntas que se encuentran en el manual del invitado. La idea no es tener todas las respuestas, sino dar a cada persona la oportunidad de hablar (si así lo desearan). Los anfitriones pueden, en forma ocasional y cuando les pareciere adecuado, compartir sus propias experiencias.
En el manual, los invitados encontrarán también ejercicios a modo de tarea para el hogar, a fin de completarlos de una sesión a otra. Estas actividades componen una parte valiosa de los cursos pues ayudan a los invitados a aplicar los temas suscitados a su propia realidad. Es necesario animar a los invitados a completar la tarea, pero obviamente aclarando que no es la clase de deberes que serán evaluados y corregidos.
Existen dos cursos: